Hemos celebrado con Inma y Alberto, Eli y Salva su promesa definitiva como escolapios laicos y laicas. Una confirmación de la vocación que llevan viviendo desde hace tiempo y que desde que realizaron su promesa temporal han ido también creciendo y avanzando. Y una oportunidad para subrayar el sí de la fidelidad, de la entrega y la generosidad, junto a tantas personas que son el rostro escolapio hoy en Granada.

En un fin de semana lleno de encuentros y visitas, de las primeras eucaristías de los niños y niñas que han terminado la etapa de “Paso a paso” de los dos colegios, Genil y Cartuja, de la celebración de la asamblea de inicio de curso de la Fraternidad Albisara, hemos disfrutado con la celebración de la Eucaristía de la Comunidad eclesial, la Comunidad Cristiana Escolapia de Granada, en la que nuestros cuatro hermanos han explicitado su camino escolapio y han expresado su promesa en medio de la comunidad.

Bien conocidos por todas las personas de los ambientes escolapios, tanto en Granada como en el resto de Emaús, es una alegría de la que todos somos partícipes y testigos. Como siempre, gestos sencillos y profundos nos han ayudado a expresar: la oración por su vida y sus familias, la acción de gracias por su entrega, la presentación por parte de Aitor, el otro escolapio laico en Andalucía, en la comunidad de Sevilla, y la acogida por parte de la Provincia, de la Orden. Una riqueza que nos regala el espíritu en el camino de Calasanz.

Damos gracias al Señor, y le pedimos que nos bendiga para que seamos impulsores de nuevas vocaciones escolapias en nuestras comunidades. Y un buen día para agradecer la trayectoria y la vocación del resto de escolapios laicos/as de nuestra Provincia.

Jesús Elizari Díez