Información nº42

Retiros de la Comunidad Cristiana Escolapia 2024, dirigidos por Margarita Saldaña.

21-02-2024   Un año más, hemos podido disfrutar de los fines de semana dedicados a profundizar y cuidar nuestra experiencia espiritual. Este año dirigidos por Margarita Saldaña. Nos habíamos preparado leyendo algunos de sus artículos – “La cadencia sosegada de la encarnación” y “La cotidianidad al trasluz”- y el libro “Tierra de Dios. Una espiritualidad para la vida cotidiana”, que nos ofrece el material de formación para la Fraternidad de este curso. 250 personas de Emaús nos hemos hecho presentes en alguno de los tres fines de semana, en el de Málaga, o en los dos de Lardero. También un grupo significativo de adolescentes e hijos e hijas de todas las edades que han alegrado pasillos, patios y capilllas. ¡GRACIAS a todas estas personas, y GRACIAS MARGARITA!

Entre las tareas pendientes, compartir los ecos y resonancias en nuestras comunidades y ambientes, poner en la práctica lo reflexionado, y también hacer una síntesis de lo vivido y de las claves espirituales, dinamizadoras de nuestra vida cristiana.

El subrayado de saber habitar la rutina, y no deambular por la inercia, de vivirla y enriquecerla desde las opciones de Jesús, desde los contextos más cercanos al de Nazaret, y ser conscientes de qué rutinas de vida queremos acompañar y crear, con qué acentos, desde qué imágenes de familia y taller de Nazaret; pobladas por personas en situaciones de dolor y sufrimientos, acompañadas , dejándonos agrandar las familias, valorando y enriqueciendo  los procesos ocultos, escuchando al Espíritu de Dios siempre presente, favoreciendo las opciones más cercanas al Jesús que no se acomoda, que sale a los caminos, que descubre su vocación, que se arriesga a seguirla…

Nos reconocemos personas agradecidas por los descubrimientos; el proceso vital oculto de Jesús que hace posible su vida y opciones, – ocasión para remarcar la importancia de generar procesos ricos- (resonaba el de “si en los primeros años, desde la más tierna infancia…” de Calasanz ), nunca pasa la edad de las opciones – la vocación de Jesús le hace salir en un momento de madurez, el valorar todos los momentos vitales , más allá de las consideradas “rarezas” socioambientales…

También conscientes de “la Gracia de Dios que nos rodea”, – en palabras de Margarita – que se nos regala en las estructuras y formas que vivimos, y que no podemos desaprovechar: momentos comunitarios semanales intensos, proyectos sociales y educativos transformadores gracias al apoyo económico y vital de todas las personas de Emaús, Eucaristías – “que para mí las quisiera” –, decía ella, momentos intensos como este cada año…

Un pequeño recuerdo -homenaje a las personas que tanto nos han ayudado desde estos retiros anuales:

–       2016: Jesús nos sale al encuentro… y nos envía al encuentro de los demás (Javier Aguirregabiria)

–       2017: Caminamos en fidelidad (Javier Negro, Lourdes Jiménez y Jaime Goicoechea)

–       2018: Dios nos sueña desplegados/as (Mariola López Villanueva)

–       2019: Intemperie e interioridad. Transformados por Su brisa (Carmen Martínez García)

–       2020: Vive desde el Espíritu (Juan Carlos de la Riva y Eba Rodríguez)

–       2021: En el desierto “te hablaré al corazón” (Os 2, 14). Cuaresma, tiempo de oportunidad. (José María Pérez-Soba).

–       2022: Vivir como Dios, vivir cerca de Ti. (José María Pérez-Soba)

–       2023 “Y se oyó una voz: tú eres mi hijo”: Jesús, maestro del Reino de Dios. (Carlos Gil)

Una suerte inmensa que va configurando nuestra vida cotidiana. Las palabras de la pizarra inicial del retiro, en las que no queremos que falten las que nos definen, pero también otras más molestas, que también definen a la humanidad; injusticia, dolor, pobreza… que no nos son ajenas, porque las queremos integrar siempre en nuestra cotidianeidad. Porque las sufrimos juntas, porque las luchamos… “Con las personas empobrecidas, contra la pobreza”, porque reconocemos en todo ello nuestra única Misión, la que nos ayuda a acercar el Reino.

Y la suerte de ser una comunidad real, compañeras y compañeros en el camino de Emaús. Ayudándonos a reconocer al Caminante que nos acompaña, al Jesús presente en los relatos pasados y en el partir el pan. Pidiendo juntos “quédate con nosotros…”. Personas que construimos comunidad acompañándonos en las Eucaristías, en los voluntariados, en el compartir vital… desde nuestras vocaciones escolapias; hermanos y hermanas en Fraternidad, en los equipos de Misión Compartida, como escolapios laicos/as o religiosos de todas las edades…

Os hemos recordado a todas y todos. “Echando de menos a los ausentes y riendo con los presentes” – el juego de la noche también dio mucho de sí-  Y nos hemos propuesto animarnos a participar en próximas ediciones. Hacer un llamamiento a las personas que aún no conocéis estas iniciativas, a las presencias en las que no estamos como Fraternidad, a los religiosos que no participan en ella… para fortalecer nuestros lazos escolapios y las fuentes que nos animan.

Porque nos sabemos también personas alentadas, construidas por muchas otras que nos han cuidado, educado, precedido en caminos que no queremos dejar de transitar. A las que nunca olvidamos, podemos recordar con nombres y apellidos, su impacto en nuestra existencia, y a las que nos marcaron desde el silencio y el anonimato. A las que como María, dejan su huella reconocible en la vida, y a tantas que como José de Nazaret, supieron desaparecer, hacerse a un lado, después de dejarnos su legado y cedernos el testigo.

Reconociendo con alegría a Jesús, el de Nazaret, espejo de nuestra humanidad, inspirador de nuestros pasos, compañía en las horas difíciles, Señor de nuestra vida.

“El misterio del ser humano solo se esclarece en el Misterio del verbo encarnado” Gaudium et Spes 22, Vat. II.

 Jesús Elizari Díez

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