Información nº124
Reiniciar en Soria

Intuíamos que este lema, REINICIAR, nos iba a dar juego… Con estas primeras semanas de septiembre hemos comprobado que así está siendo. Que son muchos los recursos – ideas- planes y sobre todo, esfuerzos, que estamos activando para responder a esta situación y REINICIAR de verdad y con optimismo, en cada una de nuestras Presencias. Que hay mucho que agradecer y aplaudir a nuestro profesorado, a los monitores y monitoras, a todas las personas de todos los servicios que hacen posible la vida y las actividades escolapias en nuestros colegios, Movimiento Calasanz, parroquias, proyectos sociales y cada una de las iniciativas de Itaka-Escolapios…
Al escribir esta información queremos extenderla a todos y a todas, pero hoy especialmente concretarla en las personas a las que les toca hacerlo desde Soria, poniendo en marcha, un curso más, el proyecto escolapio en nuestra única presencia de Emaús en Castilla y León.
Hemos tenido la suerte de poder convivir con nuestra comunidad de Soria unos días de esta pasada semana. Juan Ruiz, Javier Negro y Jesús Elizari hemos participado desde allí en nuestras reuniones provinciales, a la vez que podíamos conocer mejor y estar presentes en el comienzo de curso con ellos. Como la semana anterior desde Alcañiz, sentir el pálpito escolapio local en estos días, es un privilegio. Y compartir el día a día de nuestros escolapios, sus sobremesas y espacios comunitarios de oración, sus tareas y sus inquietudes para ofrecerse como referentes y apoyo al resto de personas comprometidas con la vida y misión escolapia.
Una comunidad que se resitúa en sus funciones, aceptando su reducción en número y ofreciendo lo mejor de sí misma. Sidonio Mañero, el más veterano, cumpliendo ya 20 años en aquella presencia, de sus 80 de vida, memoria y testigo de mucha historia. Querido por generaciones de niños y niñas que veían cómo les facilitaba la llegada al cole, las horas matinales, los primeros pasos en el comedor… y que le tratan después con la confianza de quien habla a un buen familiar, cómplice de muchos momentos… y siempre dispuesto a echar una mano en multitud de tareas… Alegre y vital, aunque acatando con inevitable resignación esta situación COVID en la que le hacemos apartarse de aquellos rincones y horarios en las que ha sido tan útil y feliz… Rector – servidor- de la comunidad, que a todos nos gusta más esta palabra, y que Sidonio la hace realidad con su forma de ser y estar. Maxi Pérez, en su segundo curso de esta etapa, pero ya con años de historia en Soria, en los pasillos y clases del cole y en la parroquia, donde ya trabajó en otra época, y en muchos caminos y pueblos de su Castilla natal. Abierto a las tareas que se le van encomendando, – una de ellas la economía de la comunidad, también el archivo – en las que dejarás tu huella, y a atender la vida de las personas de las tres pueblos de Camparañón, Villabuena y Navalcaballo, que completan nuestra parroquia, nuestra presencia, y que tuvimos también la suerte de visitar. Eucaristías de los domingos, y ojalá otras iniciativas y momentos de la vida cotidiana que les ayude a sentirse acompañados. Y Enrique Sánchez, también en su segundo curso, y al que hemos pedido que asuma las funciones de Coordinador de Presencia, además de las que ya tenía como párroco el curso pasado. Una razón más para reforzar el empeño por ayudar a experimentar que todos servimos al mismo Proyecto, que sentimos como nuestra cada tarea y cada ámbito soriano, y que queremos, queréis, cuidaros y cuidar lo esencial de la vida escolapia; la llamada vocacional a servir a nuestros chavales, a la comunidad que les acoge y da vida, a la fe que les ofrece sentido y alimento. Gracias, Enrique, por aceptar el reto.
Os podéis imaginar el número de veces que Crispín ha salido en nuestras conversaciones … En las de la comunidad y en los equipos, en la vida del cole, las referencias a lo mucho que estos años pasados nos ha ofrecido… Crispín, una nueva oportunidad para darte las gracias, desde aquí, por todos los años allí invertidos, por el camino hecho. Y por tu disponibilidad valiente para afrontar tu nueva etapa en Getafe.
Y una comunidad religiosa muy bien acompañada por los que, como en todas nuestras presencias, encarnan con ella el día a día escolapio, mantienen su significatividad y señas de identidad. Como siempre ocurre en estos casos, citar nombres no es del todo justo, ya que no se pueden citar todos, pero sería más injusto no hacerlo. El agradecimiento es profundo y extensivo a todos, y entenderemos que señalemos a algunas personas. Mariví , que desde su despacho canaliza la vida económica y la gestión de todos los ámbitos, que nos cuida y atiende con paciencia y cariño en esta área tan sensible; Óscar, a quien en su curso número quince en la dirección académica el colegio debe mucho de su configuración y forma de entenderse, de su existencia; Manolo, memoria fiel e histórica de tantos años y avatares, de lo pastoral, y Charo, desde la acogida en recepción, Marta en las labores de la secretaría, María , en la innovación y coordinación pedagógica, y cada uno de los coordinadores de etapa y ciclo, Jesús R., que se estrena como Coordinador de Pastoral, y Pilar , desde este curso nueva Directora Titular.
¡¡ Gracias a todos, a todas !!
Y con ellos, y en el marco de la Misión Compartida, citar a dos de los Equipos encargados de dinamizar y canalizar la vida escolapia. El Equipo de Presencia escolapia en Soria, coordinado por Enrique y compuesto por Pilar, Esther , Rosa, Sidonio y Maxi, con el que participamos en su primera reunión como equipo, y en el que también pudo hacerse presente Raúl González, Delegado Provincial de Presencia, y el Equipo de Sede de Itaka-Escolapios, coordinado por Esther, que también se estrena en esta función, y formado además, por Rosa, Jesús A. y Sergio.
Estos y todos los nombres que dejamos sin citar, de personas y de equipos de Misión Compartida, que configuran la realidad de nuestra Presencia en Soria y que muchos de nosotros ya conocemos bien. Porque habéis vivido en su comunidad, o participáis de equipos provinciales o estáis al tanto de la vida y sus avances en cualquiera de los ámbitos escolapios. O porque los ecos de nuestro colegio y sus iniciativas educativas nos han llegado a todos.
Soria, con su singularidad, ha contribuido desde siempre con su aportación a la vida de Emaús. Y este curso, además de los retos que afrontamos en todas partes, en Soria reinician apoyando unos cuantos cambios en las responsabilidades personales y por tanto en la configuración de equipos.
Echando un vistazo histórico, cuentan las crónicas, minuciosamente elaboradas y guardadas en el archivo de la comunidad de Soria, que a mediados de agosto de 1953 se hizo pública la lista de los escolapios que iban a integrar la primera comunidad escolapia en Soria.
Por supuesto hubo movimientos y visitas previas, conversaciones y proyectos, y la acogida fraterna y solícita de la comunidad de nuestras hermanas Escolapias, ya presentes en la ciudad y anfitrionas de aquellos primeros escolapios que llegaban para preparar la nueva fundación. El día 22 de agosto ya aparecía una reseña en el periódico local, “Campo”, y se había comunicado a todos los párrocos de la Diócesis. Y el 6 de octubre de 1953 se iniciaron las clases. Cumplimos pues 67 años en la ciudad de Soria, si bien hace diecisiete, en 2003, fue el traslado al edificio actual en el barrio de los Royales.
Años muy densos, llenos de historia, de acompañar etapas diferentes de la vida social, política y religiosa de la ciudad. Pero siempre con la misma vocación de encarnar lo mejor del Proyecto escolapio para las nuevas generaciones que años tras año se incorporan a él. Un Proyecto impulsado compartidamente y al que todos deseamos mucha vida por delante.
Hoy nuestro colegio cuenta con un buen número de alumnado, 739 chicos y chicas desde un año hasta 2º bachiller, y un claustro de profesores/as de 51 personas, además de las 20 que conforman el personal de administración y servicios, de monitores de comedor y otras tareas, y los dedicados al internado. Un internado de solera en nuestro colegio, cambiante según las épocas, y este año algo más reducido, 17 chicos y chicas, por las dificultades propias del COVID. Un colegio que ha ido creciendo y modificándose, que siempre ha cuidado las metodologías activas y emergentes, y que marca entre sus objetivos reforzar el ámbito científico y la apuesta por el colegio en clave pastoral. Un colegio que ha posibilitado nuestro crecimiento en la ciudad y ha sido cimiento de nuestra Presencia actual. Podemos profundizar en sus objetivos y actividades en la web www.soria.escolapiosemaus.org.
En la actualidad, la Presencia Escolapia en Soria está formada por estos ámbitos de vida y misión escolapia: la Comunidad religiosa y las personas en misión compartida, el colegio con el internado, la parroquia “Nuestra Señora del Pilar”, los tres pueblos a los que hemos aludido, y los proyectos impulsados desde la Sede de Itaka- Escolapios.
Ofrecemos una pincelada de cuatro de estos proyectos; el área de sensibilización, desde la que además de las campañas en favor de otras realidades escolapias menos desarrolladas se promociona la alianza con el proyecto educativo del colegio; “Trastévere”, Espacio para fomentar el apoyo y mejorar el rendimiento académico, con atención gratuita, en pequeños grupos y personalizada, por educadores voluntarios, en las horas no lectivas; y “La Peonza”, un centro dedicado a toda la población de la ciudad, para facilitar la conciliación para familias con menores de 12 años. Organiza actividades diarias y en periodos de vacaciones. Es un recurso socio- educativo que gestionamos, financiado por el Ayuntamiento de Soria. Y el Hogar “Calasanz”, una casa para la convivencia y el crecimiento de chicos y chicas de 12 a 18 años que por diferentes razones han tenido que salir de su contexto familiar y que se educan viviendo juntos y con la atención del equipo de educadores. Esther, su directora, nos acompañó a visitarles. Una alegría comprobar las ganas de crecer de los 7 chavales actuales, cuatro chicas y tres chicos, que mientras merendaban nos contaban su inicio de curso. Una suerte poder apoyar sus pasos y sus sueños de promoción y futuro que dan pleno sentido al trabajo y al nombre de la casa- hogar.
Desde la sede de Soria se atienden también a otros trabajos al servicio de toda la red, como, por ejemplo, el contacto y seguimiento de los Proyectos de cooperación con Congo, y algunas otras labores de gestión y cooperación internacional.
Como decíamos, un gusto, un privilegio, pasear en este septiembre por los pasillos, despachos y clases, saludar a tantas personas y cómo no, poner delante de Dios tantos nombres y realidades. Poniendo nuestra confianza en todos y a todos en Sus manos. Resaltar de estos encuentros los ratos con los chicos y chicas de bachiller que el año pasado iniciaron el proceso VIVE +, animados entonces por Crispín, Manolo y Jesús, un buen logro que se suma a los de tantas otras presencias, y que se disponen a continuar este curso con la mochila cargada de razones para seguir buscando caminos de vida escolapia.
Y ojalá soñar juntos, en estas orillas del Duero, como los poetas que le cantaron: Machado, Gerardo Diego, … y tantos otros, cómo continuar dando lo mejor a estas tierras de Soria, al futuro de nuestra aportación escolapia y sobre todo a las personas que las trabajan y nos las hacen familiares. Gracias Soria.
“… Álamos de las márgenes del Duero, conmigo vais, mi corazón os lleva…”. Antonio Machado, “Campos de Castilla”












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