Este pasado fin de semana, 8 y 9 de enero hemos podido tener las dos celebraciones en nuestro Santuario de Peralta de la Sal, donde Yanisse y Michel ya estaban desde los últimos días de diciembre, y donde han podido disfrutar de la estupenda acogida de la comunidad y del retiro de preparación con Juanan.

Han sido dos celebraciones entrañables, llenas de sentido escolapio, y en las que, aunque hemos podido estar tan solo un número reducido de escolapios, por la situación de pandemia, os hemos tenido presentes a todas las comunidades, de Emaús y de toda la Orden.

De hecho, Pedro Aguado, que presidió la profesión, y Pierre Diatta, presente en las dos celebraciones, hicieron más patente este sentimiento de Orden y nuestro vínculo especial con las tres demarcaciones más directamente involucradas; África del oeste, la Provincia madre de los dos, y de la que recibimos varios mensajes de felicitación, las letanías en Serere, lengua familiar de Michel, y los adornos senegaleses que muestran la alegría por los dos nuevos ordenados; Chile, -aunque fue imposible el viaje de ninguno de ellos , Miguel tuvo que cancelarlo a última hora – destino final, en cuanto sea posible, de Michel;  y una representación de algunas comunidades de Emaús, además de la de Peralta, las de Yanisse, Granada y Michel, Pamplona-Iruña y algunos otros escolapios, religiosos y laicos, que hemos podido estar presentes.

Un buen fin de semana para renovar nuestro compromiso escolapio, nuestro diaconado, y para compartir la alegría por estos dos hermanos que son un profundo testimonio de experiencia honda de Fe y de disponibilidad misionera escolapia. Gracias a los dos.

La profesión tuvo lugar, como estaba previsto, el viernes a las 18,30, y pudimos después compartir la cena y sobremesa, las canciones y un buen rato de charla y encuentro. El sábado, la nevada nos obligó a retrasar la celebración hasta la tarde. Cuando ya parecía casi imposible mantenerla, por el estado de las carretera, Nuestro Obispo y amigo Mons. Ángel Perez Pueyo, de la diócesis de Barbastro- Monzón, nos hizo el favor de acercarse a pesar de la situación – tenemos que agradecer también a Adolfo Perna, sacerdote diocesano, ex párroco de varios pueblos de montaña, que se atrevió a hacerle de Chófer y compartió con nosotros la celebración.

¡¡Felicidades Yanisse y Michel!!, nos habéis ayudado a reforzar nuestro camino y vibrar con la vocación escolapia que compartimos!! El delantal que Pedro os regaló nos recuerda a todos nuestra vocación de servicio, y en vosotros la sentimos real y firme.

Así que enhorabuena a todos. Los tiempos que nos tocan, nos han llevado a vivir, aunque sea por separado, tres profesiones solemnes en Emaús, – celebramos la de Oscar hace unos meses- , en octubre. Un verdadero regalo que actúa en nosotros como instrumento vocacional, que nos afianza el sentido de vivir y ofrecer la riqueza de la vocación escolapia, y nos ayuda a incrementar el trabajo por visibilizar la cultura vocacional. Para que en un futuro no muy lejano celebremos unas cuántas!