Información 02 nº 29

Fallecimiento de Enrique Arcelus Tellería

Con tristeza y esperanza os comunicamos el fallecimiento de nuestro hermano escolapio Enrique Arcelus.

Enrique nació en Tolosa el 28 de febrero de 1940, y ha fallecido hoy jueves 9 de noviembre en el hospital de Navarra. Sacerdote desde 1965, ha entregado su vida en diferentes parcelas escolapias, en las que  muchos de nosotros hemos podido disfrutar de su presencia serena, su trato delicado y su euskera entrañable y familiar. Los años de misión en Caracas, Venezuela, y en Bolivia, su labor educativa en Pamplona- Iruña, y en nuestro colegio de Tolosa, y desde 1998, su pertenencia a la comunidad de Riezu, al servicio de su parroquia y de las de los valles de Yerri y Gesalaz. Guardaremos en el recuerdo su brillante intervención en la reunión comunitaria del mes de abril pasado para discernir sobre nuestra continuidad en esa misión.

No pensábamos entonces que un accidente y sus complicaciones posteriores se lo iban a llevar después de unas semanas de ingresos e intentos por parte de los médicos. Agradecemos a su comunidad y a la comunidad y todo el personal de Pamplona-Iruña los cuidados de este tiempo.

Celebraremos la Eucaristía funeral mañana viernes 10 de noviembre a las 11,45 en nuestra Iglesia del colegio Calasanz de Pamplona -Iruña, así como el sábado  a las 17,30 en Salinas de oro, donde Enrique ha sido párroco estos años.

Con la Esperanza puesta en la Vida que Dios nos regala, imagen de tantas profecías y anhelos, Descansa en su Paz Enrique, Goian bego.

Jesús Elizari

 

“ Ibai ertzetan, bi ertzetan, mota guztietako fruta-arbolak haziko dira; haien hostoak ez dira zimelduko ezta fruituak desagertuko, uzta berria emango dute ilargi guztietan, santutegitik isurtzen diren urak ureztatzen dituztelako; Bere fruitua jangarria izango da eta bere hostoak sendagarriak … ” Ezekiel 47,1.

 

“… a la vera del río, en sus dos riberas, creceran todo tipo de frutales; no se marchitaran sus hojas ni sus frutos se acabarán, darán cosecha nueva cada luna porque las riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.” Ezequiel 47,1.

 

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